Las nuevas generaciones de consumidores están mostrando un comportamiento que no tiene nada que ver con los anteriores: han crecido en la era de los cambios climáticos y esto las hace mucho más precavidas con respecto a la explotación sostenible de los recursos.

El problema de la contaminación ambiental y de la eliminación de desechos ocupa un espacio cada vez más importante en el debate diario.

El consumidor, consciente de su papel en la gestión circular de los recursos -del estante a la eliminación final de los desechos- orienta sus compras teniendo en cuenta no solo el precio y la calidad de un producto o un servicio, sino que también valora los efectos sociales y el impacto ambiental.

Como consecuencia, las empresas han empezado a poner en tela de juicio las decisiones que se han tomado hasta hace poco tiempo: el embalaje, por ejemplo, elemento esencial de marketing que envuelve el producto y permite darle una característica distintiva funcional y estética, puede ser un elemento sostenible realizado con materiales reciclados o reciclables para poder contribuir a la protección del planeta.

SBS se compromete a hacer que los embalajes de todos los productos sean cada vez más sostenibles.

Tenemos tres objetivos importantes para el 2023:

- Eliminar completamente el plástico.
- Comprometernos a utilizar papel reciclado.
- Reducir los materiales de embalaje para facilitar la eliminación.